La instalación de estos aparatos, que incorporarán tecnología digital, deben estar listos para 2018, aquí todas las preguntas y respuestas, por medio de la Opinión.
La instalación de los contadores inteligentes esta avanzando cada vez más por los hogares de todos los españoles. Todos los domicilios con una potencia inferior a 15 kw/h deberán tenerlo totalmento instalado y puesto a punto antes de que acabe 2018, según establece la legislación vigente. Los nuevos contadores incorporan tecnología digital y su mayor ventaja es que facilitarán una lectura más ágil y proporcional de la energía consumida.
El contador inteligente se desarrolla con la intención de ofrecer una mejor calidad en la lectura del servicio, lo que permitirá también al consumidor optimizar mejor la factura en base a sus períodos de mayor gasto. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) indica en su página web que con los nuevos contadores de la luz “desaparecerán las desviaciones en la lectura que los antiguos contadores ofrecían” y se pondrán fin “a las lecturas estimadas”.
La instalación de los nuevos contadores corre a cargo de las compañías eléctricas, éstas son las que deben hacer frente a los gastos de las renovaciones del contador. La compañía está obligada a avisar con antelación para realizar el cambio.
Según la OCU, los nuevos contadores de la luz tienen un coste mensual de 0,81 euros/mes, “lo que supone una subida del 40% respecto a los viejos (0,54 euros al mes)”. Los usuarios más beneficiados serán aquellos que antes tuvieran un doble contador y que tengan contratada una tarifa de discriminación horaria.
La pantalla del contador mostrará de manera más fiable los consumos de manera mensual, así como el ajuste de la potencia contratada. Uno de los objetivos de los nuevos contadores es facilitar al consumidor la elección de las diferentes opciones de tarifa.
La habilitación de los nuevos contadores de la luz han traído consigo distintas creencias populares que no totalmente ciertas. Por ejemplo, el hecho de que el cambio de contador implique un nuevo contrato energético o que utilice la red de wifi del domicilio para transmitir los datos a la distribuidora y la comercializadora. Ambas ideas son falsas. El contrato suscrito no será modificado y será la red eléctrica de baja tensión ya existente la que envíe la información del consumo.